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Todo grande tiene una historia que contar y esta es la de ellos

Jahir y Johan Parra, dos hermanos gemelos de la ciudad de Guayaquil, experimentaron la pasión por el fútbol desde temprana edad gracias a su padre, Víctor Parra, quien según contó, la conexión con el deporte comenzó cuando ambos tenían 5 años. “Si pudieran respirar y comer fútbol, lo harían, ya que es una pasión que llevan en la sangre”, afirmó con orgullo.

Inspirados por los futbolistas que veían en la televisión, los hermanos expresaron su deseo de entrenar. Jahir mencionó que siempre admiraron a los jugadores y querían seguir sus pasos, así fue como iniciaron el camino que han construido. A sus 13 años han demostrado temple y compromiso, evidenciándolo cada día cuando parten solos hacia sus entrenamientos, cuidándose mutuamente. Su padre trabaja en una camaronera y debido a su horario no siempre puede acompañarlos, dejando a su hermana mayor, Emely Nicol Parra, a cargo de los quehaceres del hogar mientras los niños están fuera. La abuela, Martha Narcisa Soriano, no siempre puede acompañarlos debido a su edad y trabajo.

Los gemelos Parra, junto a su padre Víctor, en las canchas del Interbarrial. Foto: Cortesía

A pesar de estos desafíos, los chicos han acumulado experiencias encantadoras en el mundo del fútbol. Su escuela, Unión de Bananeros, siempre ha sido su hogar futbolístico. En el año 2022 tuvieron la oportunidad de jugar con el equipo Guayaquil City, destacándose al quedar campeones en el estadio Chucho Benítez. Su desempeño ha dejado huella, y gracias a su talento, son reconocidos no solo por jugar, sino por derrochar habilidad cuando el árbitro silba.

La conexión entre Jahir y Johan va más allá de ser simplemente compañeros de equipo; son hermanos gemelos unidos por una pasión compartida. Su vínculo se evidencia en la cancha, donde se complementan de manera sorprendente. Se entienden con solo una mirada, anticipan los movimientos del otro y celebran los éxitos como un dúo imparable. ‘Me siento bendecido porque Dios no solo me dio un compañero en el fútbol sino también en la vida’, expresó Johan acerca de su conexión especial con su hermano. Esta conexión única no solo agrega magia a su juego, sino que también les brinda apoyo mutuo en cada paso de su viaje futbolístico.

La educación es una prioridad para la familia; se aseguran de que los niños no descuiden sus estudios, y por su parte, los chicos, que tienen claro todo lo que conlleva el trabajo duro, no descuidan ningún aspecto de su formación.

Johan Parra, apasionado del fútbol, brilla en la posición de ‘mediocampista ofensivo’ (#10). Su destreza en los pases y visión de juego lo convierten en un jugador destacado en el campo. Foto: María F. García Salas

En cuanto al torneo de Diario EL UNIVERSO, el padre destacó la importancia del Interbarrial y la experiencia valiosa que brinda a sus hijos, quienes enfocan su preparación con constancia y disciplina; este último valor fue catalogado por los hermanos como fundamental para avanzar en su carrera profesional. “Todo lo que se trata de fútbol para mí es especial, porque hay respeto y siempre está presente la disciplina que para nosotros es importante trabajarla”, dijo el pequeño Jahir. Además, confesó que le gusta escuchar mucho las hinchadas que los alientan en cada partido.

La familia Parra subraya la visión amplia que tienen de los niños, reconocen su esfuerzo y aspiraciones. Desde cuidarse en casa hasta aventurarse a ir todos los días a sus entrenamientos solos, los hermanos Parra están sembrando la lucha por su sueño futbolístico. Su padre recalcó con orgullo: “Esta es la historia que van a contar un día porque todo grande tiene una historia que contar”. Cada entrenamiento, cada partido y cada desafío son pasos en su viaje, y con una dedicación inquebrantable, están escribiendo su propia historia de éxito en el deporte que aman.

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